Este asentamiento es la referencia más antigua de Cañada, correspondiente a un relevante poblado de la Edad de Bronce que se remonta a más de 3.000 años. Al contrario de lo que sucedió en otros asentamientos donde los pobladores acondicionaron previamente el terreno, en éste se adaptaron a alas irregularidades de la superficie a construir, manifestando un urbanismo incipiente.

Situada en la parte más occidental del valle de Biar, en la amplia cañada que lo une a la cuenca de Villena, el término municipal cañadense es rico en acuíferos. Debido a ello, a finales del siglo XVII empezaron a multiplicarse en todo el valle casas dispersas próximas a las acequias y a los huertos hasta que a finales del siglo XVII se configuró la partida de la Cañada a partir de varios grupos de casas dispersas como «El Portell», «La Solana» o «El Pinaret».

Toda esta riqueza hídrica aportada por el paso del río Vinalopó ha permitido a Cañada gozar de una excelente agricultura, en la que el cultivo principal es el olivo y el viñedo, así como los almendros, ciruelos, cerezos y manzanos. En la actualidad, Cañada ha recuperado y restaurado todo su patrimonio arquitectónico hidráulico co el objetivo de preservar la historia del municipio